Tu propio jardín 

Imagínate que tienes un jardín, el cual está formado de muchas plantas buenas con flores, y una que otra hierba mala. Estos dos tipos de plantas coexisten en un equilibrio perfecto en donde mientras haya cierta cantidad cada una y esta relación no se altere, pueden seguir viviendo en el mismo jardín sin problema alguno. Estas plantas buenas y malas, son como tu microbiota. Las plantas con flores son las bacterias buenas, y las hierbas malas son otro tipo de microorganismos como otros tipos bacterias y levaduras. 

Dato súper cool 

Todas estas bacterias y otros microorganismos viven en tu intestino.¡¿En mi intestino?! ¡Si! y de hecho tienes alrededor de 100 millones de millón de estas, y todas juntas pesan alrededor de 1 kilo. Es tan grande y tan importante que hoy se considera un órgano por sí mismo y es llamado “el segundo cerebro”. Además, cada uno de nosotros tiene una “mezcla” única y especial; ninguna microbiota es idéntica entre los seres humanos, es como si fuera tu propio código de barras. 

De lo más importante que tenemos

La microbiota es TAN importante, que ni siquiera te puedo decir aquí que TAN tan tan importante es. Desempeña funciones y tareas fundamentales en nuestro organismo como: mantener y regular tu sistema inmune intestinal y también sistémico, producen ciertas vitaminas como la K, folato, y elementos como ácidos grasos de cadena corta, tienen funciones en el metabolismo, balance hormonal, controla nuestro apetito, nuestra mente y hasta nuestros niveles de estrés, es decir, prácticamente toda tu salud. 

Por ello, debemos mantenerla sana y contenta, y esto se logra principalmente alimentando y manteniendo vivas a nuestras bacterias buenas y a raya a las malas, como por ejemplo, a la Cándida, que es una levadura que todos tenemos, que si crece de más, nos va puede dar serios problemas. Por lo tanto, podemos decir que para estar saludables nosotros, nuestra microbiota debe de estar sana y balanceada también.