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¿Sabías que tu cerebro y tu intestino se comunican todo el tiempo? Pues así es! Intercambian información importante a través de varias vías de comunicación, de las cuales hablaremos en los siguientes posts. A esta comunicación se le llama EJE INTESTINO-CEREBRO o GUT BRAIN AXIS.
Lo que se ha visto, es que la comunicación va mucho más allá de únicamente las células que componen nuestro intestino; nuestra microbiota es la que más influencia tiene en esta comunicación con nuestro cerebro, y por lo tanto, ahora se le llama EJE MICROBIOTA-INTESTINO-CEREBRO.
La investigación sobre este tema es bastante novedosa, hace no mucho (20 años) uno de los primeros estudios que prendió focos rojos sobre esta relación tan estrecha entre el cerebro y el intestino fue en Walkerton, Canadá, donde hubo una inundación, la cual causó contaminación del agua que la gente bebía con Escherichia coli . El 25% de los participantes de este estudio (que se habían infectado), 8 años después regresaron con Síndrome de Intestino Irritable (SII o IBS) y presentaban síntomas como depresión y ansiedad. Y así, poco a poco se ha visto como la disbiosis (alteración de la microbiota) está directamente relacionada con los procesos fisiopatológicos de los desórdenes neurológicos y psiquiátricos, de la función cognitiva, las enfermedades neurodegenerativas y el envejecimiento.
Es tan importante el vínculo que hay entre estos dos órganos, que hoy existen muchas investigaciones masivas (ex. NHS, EUA. MyNewGut, EU.) para saber más a fondo sobre cómo se comunican la microbiota y el cerebro, y por lo tanto, buscar alternativas no invasivas para tratar los desórdenes mentales.
¡¿Qué loco no?!
Existen muchas formas de comunicación entre nuestro cerebro, intestino y microbiota, pero dentro de ellas, una de las más interesantes es la de los NEUROTRANSMISORES. Estos son “mensajeros” de información importante entre estos órganos, y que en el cerebro tienen diversos efectos.
Uno de los neurotransmisores más importantes en este eje intestino-cerebro es la SEROTONINA (5-HT)!. Es conocida como la "hormona de la felicidad", puede ser que hayas oído de ella. Desempeña muchísimas funciones a nivel cerebral, pero dentro de las cosas importantes que deberías saber de ella, están las siguientes:
1) Es NEUROMODULADORA: Altera nuestro estado de ánimo. Cuando está en las cantidades adecuadas nos da FELICIDAD, y cuando no, puede llevarnos a estados de ansiedad y depresivos.
2) Su producción anormal o deficiente puede favorecer el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como: esquizofrenia y epilepsia.
3) Se produce a partir de un aminoácido llamado triptófano, el cual está disponible en muchos alimentos!
4) El estrés y la inflamación reducen la producción de serotonina a nivel intestinal.
5) El 95% de la serotonina está producida en el intestino y la microbiota impacta directamente en esta producción.
6) Por lo tanto, tener una microbiota y un intestino sanos, ¡es importantísimo! Nuestro estado de ánimo depende GRAN GRAN medida de ello.
¿Se acuerdan de lo que podemos hacer para ayudar a nuestra microbiota a estar contenta y sana? Si no, ¡no se preocupen!
¡En los siguientes posts vamos a ver todas las estrategias para tener nuestro intestino a tope! (¡y nuestro estado de ánimo también!). Además, tocaremos un punto muy importante, ¿CÓMO se ve una desconexión en esta comunicación?.... ¡Estén atentos a las siguientes publicaciones!
